jueves, 22 de junio de 2017

El IDEVI

El Valle Inferior se encuentra ubicado sobre la margen sur del río Negro, en el noreste de la región Patagónica. Es una amplia zona de más de 80.000Ha que se extiende en una franja cercana a la localidad de Guardia Mitre, hasta su desembocadura en el Océano Atlántico. Como forma parte del territorio semiárido de la Argentina resulta necesario la irrigación para el cultivo de sus tierras. El proyecto de IDEVI, definido en la Ley 200 de su creación, tiene por finalidad habilitar tierras bajo riego, con un alcance de aproximadamente 65000 Ha, que debían ser adecuadas y puestas en condiciones de explotación racional.

Esta obra comenzó a proyectarse para controlar crecidas, y deprimir el nivel freático, a la que se le incorpora cierta capacidad de generación de energía hidroeléctrica.
En 1948 se comenzó con la ejecución de una boca toma libre, ubicada en la 1° Angostura del río Negro, con compuertas (40 m3/s), la construcción de un Canal Principal en tierra de 60,3 km de longitud, seis Canales Secundarios de 87,5 Km y cuatro dárselas. Es un edificio regulador con descarga al río, con espacio para la instalación de una pequeña turbina. El Ingeniero Cipolletti en la década de 1890, hizo observaciones y dijo que el lugar para captación de agua estaba en la boca toma de Guardia Mitre, para el canal de captación (aducción), donde no hay que bombear, el agua ingresa por gravedad.

Hay 300 metros desde la costa hasta la zona de la boca toma, que hay compuertas que permiten graduar acorde a la demanda que haya en la zona de riego la cantidad de agua o el caudal que hay que conducir.
En el consorcio de riego, los chacareros tienen que declarar las Ha que va a cultivar, el tipo de cultivo y así se saca un volumen o el caudal del agua que se demanda. Ahí trabaja un operario que recibe órdenes para ajustar los caudales, se comunican por radio tres veces al día y ante un emergencia por teléfono. Todo esto de acuerdo a la demanda de riego, ya que si llueve el operario no tiene la necesidad de regular las compuertas.
El proyecto tiene 163 km de canales revestidos, 135 km de canales en tierra, en cuanto a la red de desagües colectores más de 200 kilómetros; en drenes parcelarios 250 kilómetros y finaliza todo esto en tres plantas de bombeo, en Moreno donde hay dos electrobombas de 700 litros, tres de 700 en Berreaute y tres de 1.250 litros en Las Nutrias. Todo esto es administrado actualmente por el Consorcio de Riego y Drenaje del Valle Inferior, excepto el Canal Principal y el Canal Secundario III, que es operado por el Consorcio de Riego pero mantenido por el IDEVI.
Las características generales de infraestructura dan cuenta de que el Canal Principal del sistema (cuya operación no fue cedida a los productores y se mantiene en la órbita del DPA) recorre 95 kilómetros del Valle Inferior. De él se desprenden 20 canales secundarios los que directamente o través de sus terciarios llegan a las chacras, con una red de 300 kilómetros. Similar disposición tiene el sistema de drenaje, con colectores, subcolectores y drenes dentro de las parcelas. En el km 30 está el secundario 3 con capacidad de regar 16600 ha (el más grande de los canales) con una longitud de 24 km, riega 125 Ha y se usa hasta 11000 Ha. Hay módulos (compuertas) que permiten entregar caudales con precisión, ya que a medida que aumenta la altura, aumenta la velocidad y la presión. Los módulos modifican la turbulencia bajando la velocidad.

Hay cuatro plantas de bombeo para el desagüe, Las Nutrias es la tercera, que funciona como un dique de contención. Su finalidad es sacar el agua del drenaje hacia el río, pero si el río por caudal o marea, da una altura del río que no lo deja funcionar, ingresa por gradiente y hay que bombearlo. Las bombas son de hélice y elevando a 2.50 mt  de altura, se dregarían 1200 L/s  y tiene un motor a explosión por si hay un corte de electricidad, además de otro que hace funcionar la bomba. El DPA (Departamento Provincial del Aguas) hace muestreos en el desagüe para medir la contaminación. Este es un colector comunicado con los canales y en las chacras se hacen drenes parcelarios. Hay una compuerta que cuando el río está bajo se abre automáticamente y el agua se sale por gravedad y cuando está alto se cierra. El fin de la compuerta es regular agua arribas, varía el caudal pero el nivel agua arribas se mantiene constante. En el frente tiene un flotador que si se eleva el nivel del agua abre la compuerta. El equilibrio para contrapesar, cuando está en seco la compuerta se ponen pesas hasta que queda en balance para cerrarlas. Entonces regula altura de agua. Si el nivel del agua se eleva 8cm de lo normal, se activa un sifón de seguridad (conducto rectangular), pudiendo llegar a pasar 1000 L/s. eso va al sistema de agua para evitar roturas, inundaciones, etc. Lo lleva directo a la planta de bombeo.

Valles Irrigados de Río Negro



La provincia de Río Negro se encuentra ubicada al norte de la Patagonia argentina, los Valles Irrigados que comprende son:

  1. El Alto Valle
  2. El Valle Medio
  3. El Valle Inferior
  4. El Bolsón



1. El Alto Valle del río Negro, entendido como región, comprende asimismo los valles inferiores de sus tributarios los ríos Limay y Neuquén, extendiéndose por encima de los límites políticos entre las provincias de Río Negro y Neuquén y conformando una zona de especiales características en el Norte de la Patagonia argentina. El río Negro y sus afluentes principales constituyen una cuenca que se extiende desde la cordillera de los Andes hasta el Atlántico. Su regular caudal -1.070 m3/s anuales-, alimentado por importantes precipitaciones de agua y nieve, han posibilitado el desarrollo de una zona densamente poblada y bajo explotación a lo largo de ciento veinte kilómetros. Esta área productiva comprende unas cien mil hectáreas, de las cuales alrededor del sesenta por ciento se encuentra bajo riego. De ellas, se cultivan poco más de cuarenta mil hectáreas, con una producción anual estimada de setecientas mil toneladas de peras y manzanas destinadas mayoritariamente a la exportación en fresco y a la industria de jugos concentrados. A la producción de frutales de pepita -la más importante del valle-, le sigue la de uvas, que se destina casi totalmente a la fabricación de vinos, y en menor medida la de frutales de carozo - ciruelas, duraznos, pelones-, tomates y alfalfa. Si bien la fertilidad de la zona y sus posibilidades productivas fueron percibidas desde el momento mismo de la conquista militar del territorio ocupado por grupos indígenas en el año 1879, su puesta en producción efectiva se inició hacia comienzos del siglo actual y se estructuró definitivamente como economía frutícola alrededor del año 1930, cuando la producción regional se orientó definitivamente hacia el mercado externo. Previo a ello, la incorporación progresiva de superficies regables produciría un consecuente proceso de subdivisión y venta de las grandes propiedades territoriales originadas en la conquista militar, que se acentuó a lo largo de la década de 1920 contribuyendo a la constitución, como agente económico mayoritario, de un pequeño productor propietario relativamente próspero, que fuera durante muchos años el sujeto social característico del desarrollo económico del Valle. 


2. Está situado en el departamento de Avellaneda y se extiende desde la localidad de Chelforó hasta el paraje Fortín Castre. Es una zona con un gran potencial de producción bajo riego y se encuentra desde varios años en una etapa de considerable expansión y concentración por grandes empresas frutícolas. El clima también es continental, templado y árido, pero con una precipitación media anual que ya llega a los 280 mm con una mayor concentración en otoño y primavera. Los suelos son, en su casi totalidad, de origen aluvial, evolucionados a partir de los materiales acumulados en sucesivos aportes del río y por ende edafológicamente altamente complejo. Debido a problemas de salinidad y sodicidad alrededor del 50% de los suelos del Valle Medio muestran severas limitaciones para el uso frutícola. 

3. El Valle Inferior se encuentra ubicado sobre la margen sur del río Negro, en el noreste

de la región Patagónica, entre los 40º y 41º de latitud sur y los 63º y 64º de longitud
oeste. Es una amplia zona de más de 80.000 ha. que se extiende en una franja
aproximada de 100 km. de largo por 8 km. de ancho, desde la Primera Angostura,
cercana a la localidad de Guardia Mitre, hasta su desembocadura en el Océano
Atlántico. Su centro urbano principal es la ciudad de Viedma, capital de la Provincia de
Río Negro.
El Valle Inferior del Río Negro forma parte del territorio semiárido de la Argentina, por
lo que resulta necesaria la irrigación para el cultivo de sus tierras. La zona bajo riego
se encuentra asentada sobre la superficie que ocupaba la laguna del Juncal, situada
en forma paralela al río desde la localidad de San Javier hasta la desembocadura del
río en el océano, abarcando según las crecidas y épocas hasta 40.000 ha.

4. Uno de los principales atractivos para quienes visitan la Comarca Andina (la región de las provincias de Río Negro y Chubut al pie de la Cordillera que se extiende desde San Carlos de Bariloche hasta Epuyén) es el cultivo de frutas finas y la elaboración de distintos productos artesanales en base a ellas.

En toda esta región se cultivan frambuesas, grosellas, frutillas, cassis, arándanos, cerezas, guindas, boysemberries, zarzamoras, moras, corintos, rosas mosqueta y saucos, todas frutas consideradas de muy alto valor agregado por lo delicado que resulta su cultivo. El clima frío templado de la región es ideal para su producción, de ahí que quienes visiten cualquiera de sus localidades (Bariloche, El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo, El Maitén, Epuyén o Cholila) se encontrarán con productos artesanales elaborados en base a estas frutas finas, de altísima calidad y reconocidos en toda la Argentina.

Economías Regionales


Las denominadas “economías regionales” están constituidas por las regiones argentinas ubicadas fuera del área pampeana. En cada una de estas regiones extra pampeanas, la gestión de los procesos de producción, la estructura social, los agentes económicos y su vinculación con quienes operan fuera de sus límites, sumado al perfil del modelo político- administrativo local, se presentan con importantes diferencias de tipo estructural (Rofman, 2006).

Vitivinicultura en Mendoza


Mendoza es tierra propicia para la innovación y las inversiones. Esto se confirmó en el año 2000, cuando aprovechando las bondades del ecosistema (irrigación con aguas de deshielo, limpias y sin contaminantes; amplitud térmica, con todos los días soleados y noches frescas) se produjo una gran expansión vitivinícola.
En Argentina sólo el 4,61 de la superficie cultivada con viñedos se destina para el consumo directo, la inmensa mayoría de la producción vitícola argentina se dedica para producir vinos y afines. El 57,2% de los vinos está tipificado en la alta calidad enológica.
La Vitivinicultura en Mendoza ha crecido de forma exponencial. En 2011 la superficie cultivada con viñedos era de 217.750 hectáreas con una producción de vino que ascendió a 15,4 millones de hectólitros de los cuales un 80% se destinó al consumo interno y el 20% fue exportado.
En la actualidad, la provincia de Mendoza, productora de más del 70% del vino que se elabora en toda la República Argentina cuenta con más de 150.000 ha cultivadas y con la mayor cantidad de bodegas de todo el país. Es que además de desplegar la espléndida Fiesta de la Vendimia  (que se desarrolla de enero a marzo), Mendoza ofrece más de 1000 bodegas, de las cuales un centenar están preparadas para el turismo; en muchos casos, con restaurantes temáticos, posadas y alojamientos de nivel internacional.
Por su optima infraestructura de servicios y varios centros de congresos y convenciones, con salas de hasta dos mil personas, ofrece un ámbito ideal para eventos de todo tipo.
La región andina argentina posee los viñedos más elevados y australes del mundo; lo cual permite cosechar un mismo cepaje (merced a las diferencias que la altitud impone a la temperatura y viceversa) a lo largo de más de 4000 kilómetros, de sur a norte. El torrontés es la variedad nativa por excelencia y el malbec la más emblemática.
Esta influencia del ecosistema sobre los viñedos —sol, lluvias, humedad, vientos, altura del terreno, amplitud térmica, conformación mineral del suelo, etc., es lo que se denomina terroir (terruño); siendo lo que determina, junto a la labor humana, la personalidad del vino. Tales características, llamadas organolépticas, son materia de estudio y experimentación desde los monasterios de la Europa medieval hasta hoy.

Fruticultura del Alto Valle del Río Negro
La fruticultura en la Patagonia, ha contribuido en buena medida al desarrollo y fortalecimiento social, económico y productivo regional. Esto puede evidenciarse cuando se ven las 46.050 hectáreas patagónicas cultivadas solo con peras y manzanas, cerca de 273 plantas de empaque, alrededor de 239 frigoríficos, plantas procesadoras y firmas exportadoras, viveros y un sinfín de empresas proveedoras que forman parte del paisaje norpatagónico. Asimismo este complejo es responsable de algo más de 90 mil puestos de trabajo creados en el sector en el que se distinguen trabajadores rurales, productores, acondicionadores,embaladores,clasificadores,operarios, industriales, técnicos, profesionales de diversas áreas, comercializadores, transportistas, proveedores de insumos, viveristas y demás. En el aspecto productivo, la región valletana ha producido un promedio anual de 726.229 toneladas de peras y 825.603 toneladas de manzanas.
Además de otras características regionales, la gran amplitud térmica junto a la buena disponibilidad hídrica del valle, han posibilitado la concentración de los frutales de pepita en el Alto Valle, Neuquén y el Valle Medio. Esto permite que Argentina ocupe el cuarto lugar como productor mundial de peras y el noveno de manzanas, esgrimiendo un gran potencial para seguir creciendo tanto a nivel productivo como comercial (Rio Negro, Sec. de Fruticultura, 2013).
Manzanas: sobre un total regional de 22.556 has. implantadas, 13.918 Ha se destinan a la variedad Red Delicious y sus clones (61,7%). En menor escala se ubica la variedad Granny Smith (15% de la superficie), seguido muy de cerca por Gala y sus clones (14,7%). Las otras variedades implantadas en menor proporción corresponden a Cripps Pink (4,1%), Starkrimson (1,1%), Golden Delicious; Fuji; Rome Beauty y Braeburn.
Peras: considerando la superficie implantada de 23.494 Ha con peras, el 81% está concentrado en tres variedades: William ́s es la más cultivada con 9.545 Ha (41%); Packham ́s Triumph con 6345 Ha (27%) , y Beurre D ́Aanjou con 13%. El porcentaje restante se reparte entre las variedades Abate Fetel (6,5%), Red Bartlett (5,2%), y otras variedades (8%) como Beurre Bosc, Beurre Giffard, Winter Bartlett.
El período comercial de cada ciclo agrícola comienza a fines de diciembre con el inicio de la cosecha que se extiende hasta abril y continúa todo el año, ya que la fruta puede ser conservada en frío, adecuándose a los requerimientos del mercado. La primera fruta en ser cosechada es la pera según las variedades, y luego en febrero comienza la manzana.
La comercialización está dirigida tanto al mercado interno como al externo. Respecto a las exportaciones, pueden agruparse en dos grandes destinos: mercados de ultramar y mercados continentales (Río Negro, Secretaría de Fruticultura, 2013).

Principales Valles de Argentina

La zona árida y semiárida del país cubre 185 millones de hectáreas (1,85 millones de Km2), es decir el 66% del territorio continental. Los recursos hídricos superficiales en esa zona son del orden de 4.000 m3/s es decir, representan aproximadamente el 18% de precipitación los (entre recursos 500 y superficiales 100 mm.año totales. ), y de mayor Escurren evaporación por las zonas de (2.000 mm.año menor).
Por la calidad de los suelos, se estima que aproximadamente la mitad de esa extensa superficie podría utilizarse, es decir 95 millones de hectáreas. Sin embargo un factor limitante de primer orden es el agua disponible. Se estima que en condiciones técnicas y económicas sería factible regar hasta 3,5 millones de hectáreas en las zonas áridas y semiáridas, es decir solamente el 3,7% de los suelos aptos. Con todo, la citada cifra de 3,5 millones representaría casi triplica como mínimo, la superficie actualmente regada, mientras que las restricciones derivadas de problemas de mercado, colonización, necesidades de inversión, etc. reducen de hecho esas cifras a niveles mucho más bajos.
Las regiones a las que se hace referencia desde el punto de vista de agricultura bajo riego son las siguientes:
NOROESTE
Comprende las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca. Parte de las provincias de Salta, Tucumán y Jujuy están en la zona húmeda, pero predomina la agricultura bajo riego desde el punto de vista del valor de su producción, aún excluyendo la caña de azúcar que en muchas zonas sólo requiere, riego de sostén.
Se cultiva bajo riego 392.300 hectáreas, 400.000 de cereales y otros cultivos en secano y 492.000, también en secano, de cultivos industriales (especialmente caña de azúcar).
Sus recursos superficiales representan el 19% del total de la zona árida, pero se riega
el 29% del total.
CENTRAL
Comprende las provincias de San Luis, Córdoba (con excepción de la banda oriental de Córdoba que corresponde a la región húmeda) y La Rioja. Sus recursos hídricos superficiales se deben fundamentalmente a los concentrados en Córdoba (70 m3/seg).
En 2002 se cultivaban alrededor de 154.227 hectáreas, de modo que si bien sus recursos hídricos superficiales representan el 2% se regaba en ese momento el 11% del total de la zona árida. Entre los cultivos bajo riego se destacan: forrajeras, hortalizas y frutales.
ANDINA O CUYO
Comprende a las provincias de San Juan y Mendoza. Es la región con mayor superficie regada, 347.405 hectáreas de las cuales 267.889 corresponden a Mendoza.
Si bien el recurso hídrico superficial del que dispone representa sólo el 9% de la región, el cultivo bajo riego (única forma posible en Mendoza y San Juan de desarrollar la agricultura), representa el 26 % de la superficie regada en la Argentina.
El cultivo predominante es la vid; en Mendoza se pasó de 172.000 hectáreas cultivadas en el período 1962-63 a 230.811 hectáreas en 1970 y en San Juan de 47.300 a 62.561 hectáreas en ese mismo lapso. La última crisis vitivinícola (finales de la década de 1980) ha reducido la superficie plantada en ambas provincias y a pesar de la recuperación observada entre 1995 y 2004 la superficie ha llegado a 149.000 hectáreas en Mendoza y 47.000 hectáreas en San Juan.
COMAHUE
Abarca Buenos Aires, Río Negro, La Pampa, Neuquén y Chubut. Superficie de 277.935 hectáreas, con exclusión de las provincias restantes de la región: Santa Cruz y Territorio Nacional de Tierra del Fuego, en donde el riego es prácticamente inexistente. Las áreas regadías son importantes en el valle del Río Negro (provincia de Río Negro y Neuquén), en el valle inferior del río Colorado (provincia de Buenos Aires) y en Colonia Sarmiento (provincia de Chubut) 16.000 hectáreas.
Tomada en su conjunto la región patagónica, puede decirse que es la que cuenta proporcionalmente con mayores recursos hídricos superficiales (69%) pero es una de las que menos superficie regable aporta al conjunto (21 %).
Las diferencias en la producción se deben fundamentalmente a las condiciones climáticas imperantes y no a la variación del área regada, que no ha experimentado cambios sensibles entre 1962 y 2002.
PRODUCCIÓN DE LA REGIÓN HÚMEDA
Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Chaco y Formosa. La superficie bajo riego en esta zona abarca 179.723 has. El 48% de ello ocupa el arroz y el 21,7% la papa, le sigue en importancia las hortalizas con el 16,6%, el maíz con 5,9% y los cítricos con 0,16%.
Desde el punto de vista de su relación con la superficie de todo el país, el área de riego de la zona húmeda produce el 100% de arroz; el 74% de la papa; el 47% del maíz; 24% de hortalizas; el 1,4% de los cítricos.
Es importante destacar que el riego complementario en las zonas húmedas del país ha crecido últimamente mucho más intensamente que en las zonas áridas. Este fenómeno se debió al incremento de la demanda y del precio internacional de los granos como además, a la difusión masiva del riego presurizado en hortalizas y en los cultivos de granos y frutales.
En la actualidad la fuerte demanda de granos y carnes, como también el incremento de los precios, ha determinado un importante avance de los cultivos regados en la pampa húmeda. Esta situación ha desplazado a la ganadería a las zonas limítrofes con el incremento de las tierras regadas destinadas al pastoreo. Se piensa que esta expansión continuará en la medida que se afiancen los precios de los productos agrícolas a nivel nacional e internacional.

¿Como cambia el paisaje y la productividad del suelo?

El riego ha sido uno de los elementos más importantes de transformación del suelo y de los ecosistemas. El riego modifica el suelo en dos formas:
  1. modificación directa de la superficie: la tierra se despeja, se nivela para permitir el riego y una red de presas, embalses, diques, canales, acequias se sobreimponen en el espacio al paisaje y, en menor o mayor medida, fracturan el ecosistema y los hábitats naturales;
  2. transformación indirecta, profunda, debido a los efectos del agua, la modificación del régimen preexistente de humedad del suelo, las alteraciones hidrológicas que induce y los cambios que conlleva en el balance de sales ya sea por los nuevos aportes de agua o por salidas facilitadas por el mayor escurrimiento y/o percolación de las aguas.

La mayoría de estas modificaciones son permanentes e irreversibles. Los grandes proyectos de riego suponen transferencias interregionales de una cuenca a otra, el uso de presas y diques para el almacenamiento interanual o interestacional y el logro de otros objetivos, como el de proveer energía o facilitar las comunicaciones y el transporte. Los sistemas de objetivos múltiples superan el ámbito puramente agrícola, requieren a menudo la construcción de complejas y extensas obras de infraestructura para el uso de un recurso vital escaso de usos alternativos y a menudo conflictivo: el agua. Las dificultades se acentúan por ser ventajas y costos de los usos alternativos y de las externalidades que originan, difíciles de valorizar adecuadamente a través del mecanismo del mercado.

¿Qué es el Riego?

Definición: El riego consiste en aportar agua al suelo para que los vegetales tengan el suministro de agua que necesitan favoreciendo así su crecimiento. Se utiliza en la agricultura y en jardinería (Wikipedia)

Durante las décadas recientes la agricultura bajo riego ha sido una fuente de producción de alimentos muy importante. 
Básicamente hay cinco métodos de riego:
  • Riego de superficie, que cubre toda la superficie cultivada o casi toda.
  • Riego por aspersión, que imita a la lluvia.
  • Riego por goteo, que aplica el agua gota a gota solamente sobre el suelo que afecta a la zona radicular.
  • Riego subterráneo de la zona radicular, mediante contenedores porosos o tubos instalados en el suelo.
  • Subirrigación, si el nivel freático se eleva suficientemente para humedecer la zona radicular.
    Los dos primeros métodos, riego de superficie y por aspersión, se consideran riego convencional. Actualmente, el riego de superficie es sin duda la técnica más común, especialmente entre los pequeños agricultores, porque no requiere operar ni mantener equipos hidráulicos complejos. Por esta razón, es probable que el riego de superficie domine también en 2030, aunque consuma más agua y en ocasiones cause problemas de anegamiento y salinización.
    El riego por goteo y el riego subterráneo son dos tipos de riego localizado, que es un método de riego cada vez más popular por su máxima eficacia, ya que aplica el agua solamente donde es necesaria siendo las pérdidas pequeñas. Sin embargo, la tecnología no es todo, porque el riego a pequeña escala y el uso de aguas residuales urbanas pueden incrementar la productividad del agua tanto como los cambios de la tecnología de riego.
    Seis claves para mejorar la eficiencia de riego
  • reducir las filtraciones de los canales por medio de revestimientos o utilizar tuberías;
  • reducir la evaporación evitando los riegos de medio día y utilizar riego por aspersión por debajo de la copa de los árboles en vez de riego por aspersión sobre la copa de los mismos;
  • evitar el riego excesivo;
  • controlar las malas hierbas en las fajas entre cultivos y mantener secas estas fajas;
  • sembrar y cosechar en los momentos óptimos;
  • regar frecuentemente con la cantidad correcta de agua para evitar déficit de humedad del cultivo.

El IDEVI

El Valle Inferior se encuentra ubicado sobre la margen sur del río Negro, en el noreste de la región Patagónica. Es una amplia zona de más ...

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